El nadador de piscinas se plantea cumplir con la ambiciosa meta en 15 años

Franco Saglimbeni nadó un día entero en homenaje a Rafael Vidal. En su maratónica jornada sumó 51.300 metros, equivalentes a un recorrido entre Caracas y la Colonia Tovar.

Tiene 48 años de edad y comenzó a los 16 impulsado por su padre Filippo, el famoso vendedor de perros calientes de la plaza de Altamira.

Su afán por la natación crece día tras día y reconoce sin tapujos que el agua es su medio, tanto que pertenece al equipo de ventas de la empresa de agua mineral Acqua Mater.

-¿Por qué ese afán de nadar tantos metros? En cinco años tú solo has aportado casi 227 kilómetros.

--No fue planificado. El día del accidente de Vidal yo estaba por La Trinidad y me topé con el choque. Me impactó, pero fue a la mañana siguiente cuando me enteré que Vidal había fallecido. Cuando surgió la iniciativa de rendirle homenaje en las piscinas del país quise aportar mi granito de arena. También tengo el aliciente de realizar proezas entre los nadadores de aguas abiertas. Quiero ser referencia en distancias largas.

-Durante esas 24 horas que estuviste en el agua, ¿en qué pensabas?

- Solo contaba las piscinas. No tuve ningún pensamiento especial. Cada 5.000 metros me hidrataba, pero solo empleaba 30 segundos para no perder el ritmo. No hubo distracciones.

-La piscina del Centro Italiano, escenario de tu hazaña, tiene 50 metros. ¿Cuántas veces la recorriste?

- 1.026 veces. Este año no perdí la cuenta y las condiciones climáticas contribuyeron a la consecución de la meta. Estaba relajado y había descansado muy bien el día anterior. Conté además con el apoyo de Betty Azza, del equipo de Natación Terapéutica.

-¿Hasta dónde te gustaría llegar?

-Quiero sumar un millón de metros. Saqué la cuenta y, si me mantengo, dentro de 15 años habré logrado ese objetivo.

-¿Qué opina tu familia?

-Ni mi mamá ni mi papá ni mis dos hermanos salen de su asombro. Mi mamá siempre pregunta: ¿cuándo vas a parar?

-¿Qué otras metas tienes?

-Quiero hacer el estrecho de Gibraltar en junio. Estoy en busca de patrocinio. Más adelante me gustaría recorrer el estrecho de Mesina. Mis padres son de esa provincia italiana y esa comunidad ha estado pendiente de mí.

-Tienes medallas en eventos internacionales como Suramericanos, cruzaste la bahía de Ponce, el lago de Maracaibo y el golfo de Cariaco, además fuiste a un Mundial Master. ¿Cuál ha sido la mejor experiencia?

-Competir en Perth, Australia. Allí fue el Mundial. Era como estar metido dentro de una postal.

-¿Y tu mayor aventura?

-Una que me parece espectacular. En 2007 hice una prueba de resistencia en la laguna de Mucubají, en el páramo de Mérida. Inparques y Defensa Civil no me permitieron nadar, así que estuve dentro del agua durante 40 minutos a una temperatura de 10 grados centígrados sin traje de neopreno.

-¿Haces dieta?

-Por supuesto. Hago un desayuno fuerte, almuerzo completo y mi cena es un yogurt.

-¿Y cómo aguantas la tentación para no comer perros calientes de los que preparan tu papá y tu tío?

-Yo ayudo en el carrito cada vez que puedo. Cuando voy me como dos perros o una hamburguesa y un perro. Solo me resisto a probarlos cuando quedan 15 días para una competencia importante.

-¿Atiendes a los clientes?

-Sí, desde los 13 años. Sé preparar los perros con mucha rapidez. Mi padre está en este negocio desde 1954 y de él he aprendido a ser constante y disciplinado.

-¿Qué significa la natación para ti?

-El mejor antiestresante del mundo. Esos momentos de relax no los cambio por nada. Trato de nadar dos veces todos los días. Es el ejercicio más completo.