La piscina, al descubierto

Con la construcción de un pabellón infantil y una nueva piscina cubierta, el Centro Asturiano pretendía concluir unas obras iniciadas a finales de los 80. Pero todo no va a poder ser. El Pleno del Consejo de Patrimonio aprobó ayer lo primero con matices y rechazó lo segundo «entendiendo que su impacto visual resulta excesivo», según describió la Consejería de Cultura a través de una nota de prensa tras la reunión. El que supondrá la construcción de la instalación destinada a los niños es «escaso, aunque se han prescrito una serie de condiciones para paliar esa afección visual», puntualizó. El problema y el argumento para explicar el rechazo: la ubicación en un «espacio protegido por su proximidad a las iglesias prerrománicas».
No es la primera vez que Patrimonio pone peros a los planes del presidente Alfredo Canteli. Ya en 2002 echó abajo el ambicioso proyecto de ampliación que incluía un acceso rodado próximo a Santa María del Naranco, y obras en una decena de instalaciones. Recortado y ajustado el plan, Canteli se presentó y ganó las elecciones de 2007 con los proyectos estrella del pabellón infantil y la piscina cubierta .
Ayer, el presidente del Centro Asturiano se mostró satisfecho con parte de la decisión del Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural: «Estas obras va a transformar el club», agradeció por el visto bueno a la construcción de un pabellón infantil de mil metros que estará comunicado con el edificio principal a través de un pequeño pasadizo. El interior estará dividido en cinco aulas para que los niños puedan practicar deportes, estudiar, ver la televisión y celebrar cumpleaños. También incluirá una guardería «con profesionales que cuiden de los niños», explicó Canteli. Para acometer esta obra en el talud de la fachada sur del centro será necesario realizar un desmonte, con lo que «surgirá» un parque de unos 2.000 metros, fuera del proyecto inicial.
Lo que queda fuera con el rechazo de ayer es la segunda parte del final de la ampliación liberada por Alfredo Canteli: la remodelación de las piscinas. Suponía la ampliación de la actual climatizada, un pequeño 'spa', la reforma de la actual exterior y la construcción de una nueva. Todo «integrado», apuntó Canteli, que explicó que la cubierta que ahora rechaza Patrimonio por su impacto visual «pasa totalmente desapercibida» porque lleva un recubrimiento de césped. «Recorrimos el Naranco entero, miramos desde todos los sitios y no se ve desde ninguna parte», dijo el presidente del Centro Asturiano que, sin embargo, no renuncia a su intención de ampliar la piscina climatizada a pesar del 'no' de Patrimonio.
Ahora pretende sentarse con los responsables de la consejería que dirige Mercedes Álvarez y tratar de solucionar las diferencias que ayer llevaron al Pleno del Consejo de Patrimonio a rechazar un proyecto por el que Canteli lleva años luchando y seguirá: «Pelearemos a muerte para sacarlo adelante. Porque nosotros respetamos el entorno mejor que nadie». Además, apeló a la «necesidad» de acometer las obras.